Claro que sí, hemos tenido momentos difíciles, donde vemos las cosas como si estuviéramos en un desierto, hemos perdido las esperanzas de sobrevivir, las puertas se nos han cerrado y no encontramos salida a nuestras diversas situaciones.
A quién no le ha pasado que va a hacer algo y cuando se da cuenta ya otro lo hizo y le quitó el lugar, o simplemente no se pudo y no se pudo del todo.
Esta vida es un reto de valientes, pero esos valientes son las personas que aunque no vean un oasis en el desierto, se mantengan firmes porque el momento de la bendición se acerca.
En el libro de Jeremías 33:10, se escribe: "Así dijo el SEÑOR: En este lugar, del cual decís que está desierto sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas sin hombres y sin morador y sin animal, ha de oírse aún, voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz de desposada, voz de los que digan: Alabad al SEÑOR de los ejércitos, porque el SEÑOR es bueno, porque para siempre es su misericordia..."
Lo cual nos muestra un panorama precisamente desolador, donde no hay esperanza y todo lo que se había logrado se ha perdido, el desierto, la depresión, la enfermedad, los problemas económicos, los problemas del trabajo, la falta de sueño y descanso, la desesperación y la desesperanza, son algunas de las cosas que nos pueden hacer vivir un desierto, pero como dice la Palabra, aún así debe haber esperanza y comenzar a creer definitivamente y comenzar a levantar la voz con gritos de alabanzas al SEÑOR, cuando esto ocurre comenzamos a producir que las fuentes secas de bendición comiencen a producir abundancias sobre nosotros.
Entonces creyendo en esta Palabra y confiando
en las bendiciones de DIOS, sobre nuestras diversas situaciones siempre mantengamos la ESPERANZA SOBRE LA ESPERANZA.
Bendiciones!
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