Hace algunos
años cuando trabajaba en una emisora de radio como locutor y control de cabina,
estaba con una disfonía por una gripe, y me correspondía trabajar en la radio.
Por mi
problema de voz, llamé a mi jefe y él me dijo que debía trabajar y aunque la
voz no me salía bien, aun así debía trabajar, ese día me fui y así cumplí con
mis funciones de locutor.
Si se dieron
cuenta no tenía opción, o trabajaba o trabajaba, hoy en día recuerdo esta
anécdota, como algo positivo.
Cuando
Moisés muere es Josué el que queda a cargo de conducir al pueblo de Dios a la
tierra prometida, pero esta sucesión no fue tan fácil, Dios habla con Josué y
le pide llevar al pueblo a esa tierra. Este es un trabajo que Josué no pudo
negar ya que sucedió lo mismo que con mi jefe, o trabaja o trabaja.
Entonces
Josué debía ejecutar la orden de Dios, no tenía opción, sin embargo Dios
también reconocía que esta labor era un trabajo fuerte, así que Dios lo comenzó
a animar y le dijo palabras como: “…como
estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y
sé valiente…”, Josué 1:5-6, “Mira que
te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová
tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.” Josué 1:9
Yo tenía un
respaldo de mi jefe y la confianza de que iba a poder ejecutar mi labor, Dios
confiaba plenamente en Josué de que él iba a poder ejecutar este mandato con el
pueblo de Dios.
A veces nos
sentimos impotentes ante diversas situaciones que debemos enfrentar día a día,
pero: “Jesús le dijo: ¿no te he dicho que
si crees verás la gloria de Dios?” Juan 11:40. Es así como debemos
depositar nuestra confianza en Cristo mismo, aceptarle en nuestro corazón y
comenzar a caminar según sus enseñanzas ya que “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13.
Así que de
ahora en adelante vamos a ser fuertes y valientes y no sucumbir ante lo que se
nos pueda presentar, porque Dios en Cristo Jesús está con nosotros todos los
días de nuestra vida.
“Ellos
dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” Hechos 16:31
Marco V. Rivera
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